domingo, 12 de julio de 2009

Perdon por la Tristeza


Son las dos de la tarde del domingo, y hace menos de dos horas que nos enteramos de la muerte de Jeremías.

De que manera se puede expresar el dolor, en donde se esconden la explicaciones a un tragedia, es verdad entonces que dios se cobra estas jóvenes vidas para probar que es bueno, por que? En donde encontrar respuestas.

La muerte de un joven, no es solo la muerte de un ser humano, es también la muerte de un futuro que ya no será, es algo que nos quita las esperanzas de un golpe, es una historia inconclusa, que jamás tendrá final.

Aun veo a Jeremías el miércoles pasado, en la habitación de mis hijos viendo con ellos una película en la computadora, y es tan entupida esta situación, en donde están las respuestas?. Un joven ha muerto y es su juventud perdida quizás lo mas doloroso de sobrellevar, en que fallamos como sociedad para que estas cosa ocurran?, es culpa de nosotros los adultos que los jóvenes se rindan de esta forma? Porque siempre tenemos que perder vidas tan jóvenes?.

Son muchas preguntas sin respuesta y el dolor que nos abruma es tan grande que no nos permite pensar y entender para que carajo somos adultos si no podemos responder.

La sonrisa del “negrito” como le decían mis hijos, es una imagen que llevare por el resto de mis días como símbolo de las preguntas que hoy no puedo contestar y que hoy me atormentan. De lo absurda que puede aparecer alguna vez la vida, y de lo poco que sabemos del ser humano en general.

Jeremías Giunta era un asiduo visitante a mi casa, recuerdo ahora su particular manera de saludarme, solo pronunciando mi apellido, era el mejor amigo de Lisandro, mi hijo.

De manera que hoy no hay palabras, solo dolor, desolación y preguntas que aun no tienen respuesta.
Sabrán disculpar, no quiero, no puedo, no debo decir nada mas. Solo intentare si se puede, entender el porque.