


Que ser periodista es un trabajo difícil no es novedad, como cualquier trabajo que una persona puede desarrollar en su vida hay sinsabores y gratificaciones. Pero hacerlo en una comunidad chica como la nuestra es quizás mas complicado, pues se debe poder hacer convivir al profesional con el vecino. Es difícil elaborar opinión, sin entorpecer esa vinculación de vecindad tan próxima, si poder evitar que alguien se ofenda o piense que es una cuestión personal.
Realmente hay que tener vocación de informar de desarrollar, de investigar de buscar noticias, comunicarlas y ser el medio de difusión de las cosas que día a día hacen los vecinos.
Es una tarea que convive todo el tiempo con pasiones y presiones, los que hacemos periodismo debemos soportar estoicamente muchas veces que se nos acuse de apoyar a uno u otro. Recuerdo con gracia, algo que escribió un ex periodista gilense Ariel Puyelli en la biografia que esta plasmada en su pagina Web…… Los peronistas empezaban a acusarme de radical y los radicales de peronista….
Y es que es inevitable que debamos convivir con eso todos los días, los que escribimos, los que hablamos en una radio. Constantemente estamos expuestos al “Che te escuche el otro día…¡¡¡¡” o la clásica “y que queres si a ese le paga fulano para que hable bien de el¡” son las reglas del juego que debemos aceptar. Como debemos aceptar también los celos profesionales las chicanas y toda suerte de situaciones que son moneda corriente en una actividad. Como la ridícula competencia por “La Primicia” en esta ciudad tan chica donde todo se sabe tan rápido.
Ariel Puyelli que fue quizás, en los primeros años en los que me dedique a esta actividad mi referente mas fuerte, también escribe es esa biografía acera de su desilusión por no poder cambiar la realidad a través de la actividad periodística y yo lo comprendo. El periodismo muchas veces, no cambia la realidad la comunica para que todo el mundo la conozca porque es tan trágico el hecho de que algo terrible suceda, como el que quede oculto para siempre, es cierto que la desilusión de ver que la noticia no produce ningún efecto en la sociedad termina resultando intolerable, por mas que muchas veces el periodismo sea vínculo para la condena social, que suele ser tan contundente como una legal.
Algún político cuyo nombre no recuerdo, dijo alguna vez que “el mundo seria mejor sin periodistas” y esta expresión tan radical y tan falaz. Solo puede ser expresada por personas a las que no les interesa que el pueblo este informado. Porque como reza el lema de el blog “Ciudad Rural” - La prensa está para contribuir enriqueciendo a quien le toque gobernar, como un buen espejo de sus errores. Para que al fin pueda corregirlos -